El día que el Gabo me leyó un cuento

Como les prometí esta mañana, les voy a contar el cuento de cuando Gabo me leyó un cuento.

En aquellos días, yo tenía 21 años. Corría el año 1982. Nuestro pobre país todavía estaba en dictadura y habíamos perdido las Malvinas.
Yo tenía mi propia tristeza, porque trabajaba de algo que todos querían ser...menos yo: era azafata en  nuestra aerolínea de bandera. Me sentía más sola que un pato, entre tantas lindas minas y yo, queriendo ser escritora y estudiar. (Eso da para otro cuento).

El caso es que viajé desde Roma a Estocolmo para visitar a una pareja amiga , que se había exiliado allá.
Era diciembre, el día de fiesta de Santa Lucía. Afuera -23° !!  Sí, leyeron bien.. 23 grados bajo cero. Ese 13 de diciembre, las comunidades latinoamericanas celebraban en la Folket Hus (casa del pueblo) un homenaje al Gabo, que acababa de recibir en octubre su Premio Nobel.
Hubo un número por cada país de Latinoamérica, danzas, música.

Como fin de fiesta, García Márquez subió al escenario a agradecer el homenaje.
Y dijo que nos quería leer un cuento.
Se oscureció el escenario, el hombre se sentó ante una pequeña mesa que fue alumbrada por un seguidor. Parecía la luna misma.
Y en el silencio del teatro, el Gabo leyó "El último viaje del buque fantasma".

Recuerdo su perfil acodado a la mesa, la penumbra azul y los papeles en su mano. Recuerdo el silencio, y la voz en el silencio que repetía el acto de magia más antiguo: hacer aparecer un mundo construído sólo con palabras, ante los ojos de los que estábamos allí, hipnotizados, escuchándolo en la oscuridad, viendo pasar ese barco fantasmal ante nosotros.

Nunca lo pude olvidar.

Gaby