lunes, 24 de octubre de 2016

Bailando en la cocina o acerca del recuerdo de la música en tiempos violentos

Ayer fue el cumple de Charly García. Belén W. dice en su fb que Charly está en su ADN para siempre. ¡Gracias, Belén!!!
Pongo música y me siento a escribir. Elijo algo tranqui, de García, obvio. Háganme un favor: escuchen conmigo mientras leen. No se van a arrepentir.


Año 1972. Tengo 12 años. Soy flaquita y ojerosa, bien feúcha. Estoy yendo al cumpleaños de Marcelo, el chico del que estoy enamorada. Llevo bajo el brazo el simple de Sui Generis con Canción para mi muerte (Lado A)/ Amigo vuelve (lado B). Es mi regalo.


Él vive en Cucha Cucha y Rivadavia, en la esquina de mi colegio. El Instituto Social Militar Dámaso Centeno, para más datos. El mismo al que fueron Charly y Nito. El colegio donde tenemos prohibido cantar canciones de Sui Generis, obvio. (¿Siguen escuchando la músiquita de arriba, me hicieron caso?)


Año 1975. Tengo 15 años. Todos mis compañeros de colegio van a ir al Luna Park. Es la despedida de Sui Generis. Son dos conciertos consecutivos, el primero arranca a las 20.30 hs. Los pibes, pelo media americana corta (aprendí a ser formal y cortés/cortándome el pelo una vez por mes), sacan entradas para el primero. Se quedan escondidos entre los asientos y "cuelan" al segundo.
Mamá me prohíbe ir, obvio. Gracias, mamá.


Año 1982. Tengo 22 años. Es diciembre y hace un calor atroz. La dictadura se cae a pedazos, ya lloré ante mi televisor viendo a la gente caminar hacia Plaza de Mayo para vivar a Galtieri. Hace rato que de a ratos, todos lloramos.


Pero hoy es el recital de Charly y vamos, con el Indio y mi hermana Verónica, que es re chica para semejante movida.
Me compro una remera blanca, con el bigote blanquinegro de Charly en un costado. Somos 25.000, pero eso lo sabré mañana.


Salen los Sueter al escenario. La gente no les da mucha bola. Miguel Zavaleta, el vocalista, se planta, nos boquea, quiere un poco de atención. Vuelan botellas de agua mineral, el bien más preciado en esa tarde de calor, hacia el escenario. Chau Sueter.  Tienen que salir los Abuelos, de apuro. Se restablece la tranquilidad con El marinero bengalí y otras locuras de Miguel.



Añares después me cruzo con Zavaleta. No lo reconozco, pero le veo cara conocida. Después de atravesar y sobrevivir a los ´80, todos nos vemos caras conocidas: en algún antro nos habremos cruzado. Al final me dice: - Yo tenía una banda, en una de esas de ahí...
-¿Qué banda?
-Sueter.
-Yo estaba en Ferro la tarde del recital de Charly.
-Dejame. El peor error de mi vida.
-Y, sí...- nos miramos y nos reímos juntos, a las carcajadas. Volvemos, por un minuto, a tener 20 años menos, a entender todo. Volvemos a 1982.


Charly canta que "los dinosaurios van a desaparecer"; usa la puta palabreja desaparecer, les dice dinosaurios a los milicos. Todavía es la dictadura, todavía es 1982, hay cosas con las que NO SE JODE, pero el flaquito canta y dice lo que todos queremos decir: que se termine, que se vayan, que no estoy tranquilo, mi amor. Canta que no bombardeen Buenos Aires y el escenario es bombardeado, estalla detrás de García, por obra y arte de la Schusseim.

                          

Sube Mercedes Sosa y canta Inconsciente Colectivo. Tremenda canción, tremenda letra. Yo lloro. Desde entonces, siempre lloro con esa canción ...supongo que lloro por mí.
Ahí les dejo el video de ese día, vean a la gente corriendo por la cancha...vean a esos jóvenes que veníamos de estar mudos y asustados, somos nosotros.


Es 1984. Tengo 24 años y una hija recién nacida, Martina. La democracia también es recién nacida.
Yo vivo en un pasaje que se llama Florencio Balcarce, muy cerca del Parque Rivadavia y también del pasaje El Maestro, donde vivió Charly mucho tiempo.
Voy de la cama al living, escucho Pubis Angelical (¿me hiciste caso, pusiste la musiquita para leer?). Soy muuuuuy joven y , por supuesto, no lo sé.


Por eso hoy, cuando entro a San Facebook y encuentro críticas de los iluminados de siempre, de los que no conozco ni su nombre ni obra alguna, pero parece que son los dueños de un canon, perdón EL CANON, según el cual se mide al mundo de enanos que los rodea, medio que me caliento, pero después pienso en la letra de Vos también estabas verde:

"...no entiendo los que hacen lo mismo que yo hice ayer 
pero como hasta ahí nomás 
como viviedo en el pasado... "


Sáquenla un poquito, sáquenla un poquito, cantan Charly y el Flaco en mi cocina,  y se divierten, ¿tiene pilas?
Es 2016. Tengo 55 años. Sobreviví y Charly me sigue haciendo bailar en la cocina. Que no es poco.
Hasta mañana
Gaby Mena




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