domingo, 11 de septiembre de 2016

Las yeguas blancas o acerca de Lugones y el escribir bien

Para nosotros, los talleristas, el fin de semana es una mezcla rara de museta y de mimí (lamento si suena re antiguo, pero es el dicho perfecto para el caso).
Por un lado, trabajamos mucho los sábados, que es cuando la gente tiene tiempo libre pa´tallerear. Por el otro está la familia, los asados, que se viene el calorcito...y nosotros que no, que no puedo, que tengo taller...y la familia y los amigos que organizan todo, pero,TODO...cuando nosotros damos taller. 
No es con el primer trabajo con el que me pasa...¡ya fui tripulante de una línea aérea!... Cuando volaba, nadie sabía bien  adónde estaba... y encima, el trabajo que hacía a nadie le parecía un trabajo, así que tampoco me contaban... Bah!Pero esa es otra historia...


Ayer, en los 2 talleres que di, leímos a Lugones. Dos de los cuentos que más me gustan : "Yzur" y "Los caballos de Abdera". Hay un tercero, que no leímos ayer, y que completa  mi trilogía de preferidos : "La lluvia de fuego". Empezando por los nombres, que son tan bellos.
Le escuché decir a Borges una vez que "Los Crepúsculos del Jardín", otro libro de Lugones, era un nombre tan hermosos para un libro, que difícilmente el libro en sí mismo podría ser mejor.
Linkear Lugones con Borges, es casi de cajón. Don Jorge Luis le dedicó páginas y palabras a don Leopoldo. Hablaremos de eso otro día, lo prometo.
Vamos a Lugones...Es verdad que el tipo no cae bien, no voy a negarlo.
Un conservador golpista que acabó tan mal. Un  hombre que dijo, ante el suicidio de Quiroga: "Se mató como una sirvienta", y que un año después se suicidó de la misma forma en el Tigre. Difícil de tragar, ya sé. Pero vamos a la literatura, gente.


Así comienza "Los caballos de Abdera". Muchas veces, cuando dudo de mi criterio, que es arbitrario y caprichoso también ante la literatura, para qué negarlo, pienso si le podría contar a un niño la historia que estoy leyendo.Y,¿saben una cosa? Siempre funciona. Porque más allá de modas y teorías, de críticos y académicos, de cánones y otras yerbas...la buena literatura de ficción, siempre son cuentos que pueden ser contados a un niño. Empezando por El Aleph.
Los cuentos que escribió Lugones en esos dos maravillosos libros que son Las Fuerzas Extrañas (1906), al que pertenecen los 3 cuentos mencionados, y Cuentos Fatales (1926), bastarían por sí mismos para justificar a cualquier escritor. En ellos se mezclan la ciencia ficción, la fantasía y lo fantástico.



Hace unos años tuve la suerte de poder visitar un campo en Mendoza donde se cría ganado mular.  Las mulas, esos bichos que nacen de yegua y burro,siempre me causaron extrañeza.
Llegué poco antes de que las yeguas parieran. Eran todas yeguas blancas, como las ven en las fotos, con la cola y las crines largas y amarillentas.


Los vientres abultados anunciaban la pronta maternidad de todas ellas. Pacían, al pie de los Andes, hembras poderosas y bellas, de las que nacerían esos híbridos extraños que son las mulas, tan fuertes e inteligentes.
He estado en muchos lugares del mundo y me ha tocado ver cosas que no se imaginan.Pero ese viaje fue inolvidable. Tardé mucho tiempo en elegir qué fotos mostrarles, porque todas son increíbles.

 

Como el cuento de Lugones. Después de estar cerca de estos animales, de sentir el poderío que emanan, las ráfagas de imágenes enloquecidas que se suceden en el texto se vuelven vívidas y monstruosas. El final de la historia es sorprendente y nos zambulle en otro cuento que necesitamos conocer. No se los quiero spoilear, como dicen mis hijos. Por si se tientan y lo leen. 
Cuando leo, en una crítica a este cuento, que es "una típica fábula modernista, con exotismo helénico y caballos-humanos aburguesados"... me alegro tantísimo de tener criterio propio y no llevarme por las palabras de otros a la hora de la lectura.
Detrás de Lugones vinieron Borges y Cortázar, como antes Quiroga y Arlt, nada menos. Pero no quiero quedarme en que fue "la influencia de".



En un prólogo a La Estatua de Sal (Editorial Siruela) dice Borges:"Si tuviéramos que cifrar en un hombre todo el proceso de la literatura argentina(y nada nos obliga, por cierto a tan extravagante reducción)ese hombre sería indiscutiblemente Lugones".  Prefiero quedarme con estas palabras.
Porque me encantan las historias que son taaan buenas, que se le pueden contar a un niño.
Y "Los caballos de Abdera" es una de ellas, sin duda.
Hasta mañana
Gaby




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